Aristóteles dijo «La salud es la justa medida entre el calor y el frío.» Y a medida que fluctúan las temperaturas, observamos un incremento en contagios, resfriados, gripes, bronquitis, gastroenteritis, demasiadas ITIS (Inflamación), los virus campan a sus anchas, el equilibrio estable entre ellos y nuestras defensas no funciona lo bien que desearíamos. Investigadores de la Universidad de Northeastern y Massachusetts Eye and Ear, Estados Unidos, han abordado esta correlación, destacando que ciertos factores, como hábitos higiénicos y saludables, desempeñan un papel crucial en la prevención de contagios en estos periodos.

En otoño se caen las hojas, llegan las lluvias y el frío da paso al invierno, a los árboles no podemos abrigarlos, pero nosotros sí, aun así, esto suele llevar a estar un mayor tiempo en espacios cerrados, donde los virus o bacterias se propagan con mayor facilidad. El uso de mascarillas, el lavado de manos y no compartir utensilios, como vasos o cubiertos, son prácticas básicas pero efectivas. Sin embargo, el verdadero énfasis recae en mantener una dieta saludable, dormir bien y hacer ejercicio físico.

En relación con los supuestos superalimentos, vitaminas o suplementos que aumentan nuestras defensas, que en caso de no tener carencias de los mismos tal como entran en nuestro organismo, salen. Robert H. Shmerling, del departamento de Reumatología e Inmunología Clínica en el hospital de Boston, advierte: «Es cierto que una deficiencia de nutrientes vitales puede causar una función inmune deficiente. Pero eso no significa que una persona con niveles normales de nutrientes pueda esperar que los suplementos mejoren su sistema inmunológico.»

Internet está repleto de información sobre superalimentos, suplementos, alimentos que elevan las defensas y aquellos que se deben evitar. Sin embargo, como dijo el Doctor Marañón, «comer sano es ganar salud y lo más variado garantiza menos carencias.» En palabras de Shmerling, «Hasta que sepamos más, no confiaría en alimentos individuales, programas détox, suplementos orales o goteo intravenoso personalizado para mantener tu sistema inmunológico saludable, especialmente cuando hay opciones mucho más confiables.»

Como opción fiable y respaldada, la dieta mediterránea, considerada patrimonio de la humanidad, resalta como un método confiable para mantener el sistema inmunológico en forma. Esta dieta se basa en alimentos no procesados: frutas, verduras, es decir, las del terreno, aprovechando su estacionalidad, cereales integrales, nueces, legumbres y un mayor consumo de pescado sobre las carnes, priorizando las blancas o más magras con menos grasas saturadas como pollo, pavo y conejo, las rojas como la ternera, caballo, buey y las más grasas como el cordero o el cerdo también, pero en su justa medida, además de evitar, las bebidas azucaradas, las bollerías, el alcohol y el tabaco. En resumen, la lógica para mantener un sistema inmunológico saludable radica en prácticas simples y fundamentales, evitando caer en modas o soluciones instantáneas y milagrosas.

Por Mariano Rodríguez Pastor

M. Rodríguez Dietética Acupuntura es una Web de terapias complementarias, consejos e información, tratamientos naturales, trabajamos para mejorar su salud, disciplinas terapéuticas Acupuntura MTC, Auriculopuntura, Naturopatía, Homeopatía, Iridología, Dietética y Nutrición, las alteraciones tratadas frecuentemente están relacionadas con la patología del dolor, trastornos de tipo nervioso y nutrición.