Que es la homeopatia, un cuento de brujas cuando oyes campanadas hace falta ver la campana para saber lo que es, cuando vamos a la playa y pegamos un trago de agua, hace falta ver la sal para saber que el agua del mar es salada, llevo utilizando la homeopatia como complemento de mi disciplina terapéutica que es la acupuntura más de veinte años, mis clientes son los que me dan de comer y aparte de cómo personas merecen todo mi respeto, si la homeopatia fuera un cuento de brujas, evidentemente no la utilizaría, lo mismo pasaba con la acupuntura con una antigüedad de casi 5000 años y hasta hace bien poco no se la consideraba como un método terapéutico efectivo para muchas dolencias, dicen que la homeopatia es un placebo, que el poder de sugestión en las personas que la toman es lo único que explica su beneficio y en un gato, un perro o una planta, también son sugestionables, puesto que la homeopatia también se utiliza en veterinaria o en botánica, hay que aclarar que es verdad que con la homeopatía no se obtienen los resultados deseados en muchos casos, eso sí independientemente del resultado obtenido siempre evitamos cualquier efecto secundario, pero en cuanto al resultado se refiere ocurre lo mismo que con cualquier fármaco, un antibiótico o un antiinflamatorio es igual de eficaz en un paciente habituado a ellos que en uno que no lo está, lo mismo pasa con la homeopatía, cuanto más limpio este el terreno mayor efectividad se tendrá, por eso yo la utilizo como apoyo dado que mis pacientes son adultos la mayoría de ellos por no decir todos con medicación crónica y no poca, pero en los niños o adolescentes funciona de maravilla, cada vez mas pediatras la utilizan, la homeopatía no pretende sustituir en ningún caso la medicación alopática prescrita por el médico o especialista, de hecho cualquier homeópata que se precie de serlo respetara las pautas establecidas, el objetivo es el apoyo común dado que la compatibilidad está demostrada y su finalidad devolver la salud y la armonía en el enfermo.
Cristian Federico Samuel Hahnemann nació en Meissen Alemania, el 10 de Abril 1755, estudio en la universidad de Leipzig la carrera de medicina en 1977, para poder costearse sus estudios Hahnemann tenía que traducir textos y precisamente esto fue la causa de los mayores quebraderos de cabeza que debió tener por aquellos tiempos, traduciendo un libro de medicina del escocés Cullen se percato de un párrafo que hacía referencia a la corteza de Quina de donde se extrae la quinina utilizada en el tratamiento del paludismo, decide experimentar consigo mismo la quina, al poco tiempo empezó a desarrollar síntomas similares al paludismo, escalofríos, dolor de cabeza, nauseas, vomito, fiebre, dolores articulares, en fin igual cogió un gripázo, en cualquier caso si era gripe bienvenida sea, comprobando que el principio de la similitud es real, Hipócrates en el siglo IV antes de Cristo ya había llegado a la misma conclusión, solo hay dos maneras de tratar a un enfermo y son totalmente opuestas, con métodos contrarios o similares es evidente que los resultados serán diferentes. Hahnemann sigue experimentando distintas sustancias, recopilando los síntomas que iba observando, relacionando medicamentos con enfermedades, publicando en 1810 “El amigo de la higiene” y posteriormente “El órganon del arte de curar”, instaurándose la homeopatía como disciplina terapéutica por primera vez en Paris y de allí a todo el mundo.
“Hahnemann es un sabio de gran éxito. La ciencia debe ser para todos y si la homeopatía es una quimera o un sistema sin valor propio caerá por sí misma. Si por el contrario es un progreso se extenderá a pesar de todas nuestras medidas preventivas y la academias debe desearlo antes que nadie, pues ella tiene la misión de hacer avanzar la ciencia y alentar los descubrimientos” “Es el espíritu de la verdad el que trata de unirnos a todos, pero es el padre de las mentiras quien nos mantiene separados y divididos”