La respuesta es simple NO, se puede mejorar su rendimiento con hábitos saludables, alimentación limpia, ejercicio físico, dormir bien, canalizar el estrés inevitable en la sociedad en la que vivimos, hay que aprender a ser portador del mismo pero que nos afecte lo menos posible, como dice el Padre Andrés paciente y amigo de más de 30 años cuando me llama hereje al explicarle que el cuerpo humano es como una maquina sofisticada que como combustible necesita nutrientes, líquidos y oxígeno, pero con un deterioro progresivo regido por un procesador el cerebro, que por los años sufre una ralentización, como un ordenador en nuestro caso no podemos hacer un reset pero si optimizarlo y por eso siempre le digo Padre si usted quiere mandar en su parroquia que no entre el chocolate.
El metabolismo basal es la cantidad de energía necesaria para mantener los procesos vitales estando en reposo, después de 12 horas de ayuno y a una temperatura neutra, la mayoría de los adultos sanos consumen entre el 50-70 % del gasto energético total dependiendo de la edad, señala Samuel Urlacher antropólogo y biólogo evolutivo humano de la Universidad de Baylor en Texas, mientras mantengas un patrón fisiológico saludable, más cantidad de células tendrás en funcionamiento y por tanto más energía quemas, dice Herman Pontzer antropólogo evolutivo del Instituto de Salud Global de la Universidad de Duke. La cantidad de energía que usa cada una de estas células depende de la función que desempeñe en nuestro cuerpo por ejemplo, las células que forman los músculos, los nervios o el tejido hepático utilizan más energía que las que forman la grasa, el interés popular se centra en mejorarlo y aumentar nuestro uso de energía sin hacer absolutamente nada, con la perspectiva de perder peso, la industria de los suplementos prometen píldoras mágicas, dietas milagrosas que acelerarán su ritmo, lo dicho al principio no es así, creer que tener un metabolismo alto permite comer lo que quieras y hacer cada vez menos es lo que sueñan muchas personas, en realidad lo que pretenden es suplir la voluntad con un milagro.
El metabolismo es eso que pasa mientras tus células trabajan cuando parece que no haces nada, el zumbido básico de estar vivo, como dice Emily Willingham en Scientific American, gracias a este funcionamiento silencioso nada se detiene la sangre circula, el corazón bombea, los pulmones funcionan, desde la Harvard Health Publishing lo explican así: «Funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana para mantener tu cuerpo en movimiento, incluso cuando está descansando o durmiendo, convirtiendo los alimentos y los nutrientes que consumes en la energía que necesitas para sobrevivir». Además, otros factores pueden verse implicados, las personas pueden tener un metabolismo rápido o lento, independientemente de su morfología, las células mejor o peor tienen que cumplir su función sostiene Chih-Hao Lee, profesor de genética y enfermedades complejas en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.
El problema es cuando queremos cambiar ese proceso sin tener en cuenta lo dicho, en palabras de Pontzer: «No existe un método concreto de estímulo metabólico de forma permanente, según los expertos más que cambiar hay que revitalizar o poner a punto nuestro cuerpo, en este sentido el sistema musculo esquelético (ejercicio físico) juega un papel importante, más músculo significa más células metabólicamente exigentes y esto si se puede cambiar, la cantidad de algunos tipos de células mediante la construcción de masa muscular, es decir cambiar peso malo por bueno, que se traduce en mayor metabolismo en reposo, siempre habrá diferencias individuales no existe dos metabolismos ni dos cuerpos iguales, dos personas con el mismo peso corporal, pero diferentes proporciones de grasa pueden comer la misma cantidad de calorías y uno ganara peso mientras que el otro lo perderá, el que tiene más musculo y menos grasa mayor gasto calórico y viceversa, los hábitos saludables a la hora de comer juegan un papel importante y esto también se puede cambiar, si quieres perder grasa pero por la boca entra más el invento no funciona.