El síndrome premenstrual (SPM) es un conjunto de signos y síntomas, tanto físicos como psicológicos, que aparecen en la fase final del ciclo menstrual, días antes de la menstruación. El ciclo menstrual consta de varias fases, la menstruación, la fase proliferativa, la fase secretora o lútea y la fase isquémica. Esta última fase, marcada por la disminución de estrógenos y progesterona, es cuando se presentan los síntomas del SPM.

Aproximadamente el 70% al 80% de las mujeres experimentan cambios tanto físicos como anímicos durante la fase premenstrual, su prevalencia es mayor entre los 25 y 35 años. Aunque para la mayoría es una molestia tolerable, alrededor del 10% de las mujeres experimentan tensiones premenstruales severas, que conllevan un aumento del estrés y como consecuencia cambios de humor.

Aún no se comprende completamente por qué ocurre el SPM, pero se sugiere que la interacción entre las hormonas ováricas y neurotransmisores como la serotonina y endorfina desempeña un papel clave en los cambios de humor. Los síntomas más comunes incluyen dolores de cabeza, antojos, aumento de peso, ansiedad y depresión.

El magnesio y la vitamina B6 emergen como protagonistas en la gestión de estos síntomas. Estos nutrientes no solo son fundamentales para la salud cardíaca y cerebral, sino que también desempeñan un papel crucial en la regulación del nivel glucémico, la vitamina B6, al combinarse con el magnesio, potencia los beneficios del mismo, es decir facilita que el magnesio, obtenido de alimentos o suplementos, lo utilice eficazmente nuestro organismo, esta combinación entre ambos nutrientes se constituye en esencial en cuanto al contexto del síndrome premenstrual.

La deficiencia de magnesio ha sido identificada como uno de los factores que contribuyen al síndrome premenstrual, se estima que alrededor del 30% de las mujeres pueden experimentar un síndrome premenstrual de moderado a grave. Investigaciones sugieren que la falta de magnesio durante la fase lútea del ciclo menstrual es un factor significativo, sugiriendo que la administración de un suplemento diario de 310 mg de magnesio durante los días 15 al primer día del ciclo disminuye las molestias premenstruales. Asimismo, indican que las mujeres con SPM presentan bajos niveles de magnesio en los glóbulos rojos, y la relación entre el aumento de hormonas del estrés y la rápida disminución de las reservas de magnesio puede desencadenar el SPM.

Diversos síntomas del SPM pueden verse atenuados con el magnesio asociado a la vitamina B6:

Dolores de cabeza y migrañas menstruales: La relación entre los niveles de estrógeno y las migrañas ha llevado a considerar el magnesio como un suplemento beneficioso para reducir la intensidad del dolor de migraña y mejorar los dolores de cabeza premenstruales.

Antojos y apetito: Alrededor del 40% de las mujeres con SPM experimentan aumento del apetito y demanda de dulce. Estudios sugieren que los suplementos de magnesio favorecen la producción de insulina, ayudando a controlar el azúcar en la sangre reduciendo los deseos imperiosos y favoreciendo la coherencia respecto a la comida.

Aumento de peso y distensión de abdomen: La deficiencia de magnesio en la fase lútea puede contribuir a la retención de líquidos. Suplementos de magnesio, especialmente en forma liposomal que es una forma de prestación que mejora la absorción de un suplemento, han mostrado reducir significativamente tanto la retención de líquidos premenstrual como la distensión del abdomen.

Ansiedad y altibajos en el estado de ánimo: Cerca del 80% de las mujeres con SPM experimentan ansiedad. La relación entre niveles bajos de magnesio y la liberación de neurotransmisores en el cerebro sugiere que los suplementos de magnesio pueden contribuir a aliviar estos síntomas, hace más de 20 años ya se publicó un estudio en el Journal of Women’s Health y Gender-Based Medicine en el que se postulaba que la combinación de suplementos de vitamina B6 y magnesio producía un efecto de apoyo notablemente positivo en la ansiedad premenstrual, los altibajos de estado de ánimo, la irritabilidad y la tensión nerviosa.

Depresión: Alrededor del 30% de las mujeres con SPM experimentan depresión, a menudo con tendencia al llanto, sensación de agobio, insomnio y retraimiento. Se cree que tener el magnesio bajo en la fase lútea también provoca que baje el calcio y esto reduce la liberación de acetilcolina y glutamato, lo que desencadena un nivel más bajo de serotonina. En 1991 se publicó en el Obstetrics and Gynecology, un estudio donde los investigadores postulaban que los suplementos de magnesio podían mejorar el estado de ánimo de las mujeres afectadas por el síndrome premenstrual. Los resultados revelaron que la administración de suplementos de magnesio produjo mejoras en aquellas que sufrían «estados de ánimo negativos». Incluir alimentos ricos en triptófano precursor de serotonina también resulto de gran apoyo, plátanos, clara de huevo, pavo, pollo, pescado, yogur, requesón, cacahuetes, avena y pipas de calabaza.

En resumen, el síndrome premenstrual es una afección multifactorial en la que intervienen deficiencias nutricionales, estilo de vida, equilibrio de neurotransmisores y fluctuaciones hormonales. Los cambios en la dieta, la reducción del estrés y el aumento del ejercicio son medidas beneficiosas, y los suplementos de magnesio especialmente en forma liposomal, combinados con vitamina B6, ofrecen un importante respaldo para aliviar los síntomas asociados al SPM.

Por Mariano Rodríguez Pastor

M. Rodríguez Dietética Acupuntura es una Web de terapias complementarias, consejos e información, tratamientos naturales, trabajamos para mejorar su salud, disciplinas terapéuticas Acupuntura MTC, Auriculopuntura, Naturopatía, Homeopatía, Iridología, Dietética y Nutrición, las alteraciones tratadas frecuentemente están relacionadas con la patología del dolor, trastornos de tipo nervioso y nutrición.