Un cerebro en forma no tiene edad
Cada vez más estudios coinciden en algo que ya intuíamos desde la experiencia: cuidar el cuerpo mejora el estado de ánimo, la agilidad mental y la calidad de vida, incluso en edades avanzadas. El avance de las neurociencias ha sido clave para entenderlo. Gracias a tecnologías como la resonancia magnética funcional, hoy podemos ver en tiempo real qué zonas del cerebro se activan cuando pensamos, recordamos o resolvemos una tarea. Una investigación publicada en Neurobiology of Aging ya en 2013 —y que dio pie a la primera versión de este artículo— demostró que las personas físicamente activas, incluso con 75 años, mostraban mejores capacidades cognitivas, más rapidez mental y mayor fluidez verbal. Pero lo más llamativo fue esto:
El Alzheimer puede borrar nombres, pero no el amor que los une.
Qué nos dicen las neurociencias actuales
A lo largo de la última década, esa evidencia no solo se ha consolidado, sino que se ha ampliado. Hoy sabemos que el ejercicio físico:- Estimula la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas, especialmente en el hipocampo (clave para la memoria).
- Aumenta la producción de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una molécula que actúa como fertilizante para nuestras sinapsis.
- Mejora la vascularización cerebral, favoreciendo la oxigenación y el aporte de nutrientes.
- Reduce la inflamación crónica y el estrés oxidativo, dos factores implicados en el deterioro cognitivo.
Cuerpo activo, mente despierta
Los beneficios del ejercicio físico para el cerebro no requieren ser atleta. Basta con ser constante. Caminar a buen paso, subir escaleras, nadar, bailar o practicar yoga… todo suma.(Universidad de Pittsburgh, Dr. Kirk I. Erickson)
(Universidad de Carolina del Sur, 2022)
¿Cuánto ejercicio es suficiente?
Aunque cada persona es distinta, la mayoría de las guías científicas coinciden en que 15 minutos al día, o 92 minutos por semana, pueden marcar una diferencia significativa en la salud cerebral y en la esperanza de vida.(Universidad de Texas, Prof. Xifeng Wu)
Conclusión: mente y cuerpo, un mismo territorio
La ciencia moderna viene a confirmar lo que la sabiduría popular ya sospechaba: mente y cuerpo no son compartimentos estancos, sino una misma unidad funcional. Cuidar uno repercute en el otro. El ejercicio físico, lejos de ser un simple hábito saludable, se revela como una auténtica herramienta de prevención neurológica, una fuente de bienestar emocional, y una inversión inteligente en nuestro futuro cognitivo. Y lo mejor: nunca es tarde para empezar. Porque si la dicha es buena, como decía mí abuela, cualquier momento es el adecuado para poner el cuerpo en movimiento y dejar que el cerebro… le siga el ritmo.
✍️ ¿Quién no recuerda la “crisis periférica” (2010–2016)? No fue la primera que llevaba a cuestas, pero sí una de las más duras: marcó prácticamente la desaparición de la clase media. Pasé de no tener tiempo a tener todo el del mundo. Sabía, como en otras ocasiones, que era cuestión de tiempo. Mi experiencia profesional me daba esa serenidad.
Aproveché ese periodo para transcribir artículos que había escrito años atrás con mi vieja Olivetti, los fotocopiaba en la copistería del barrio y los dejaba en la sala de espera, para quien quisiera leerlos o llevárselos.
A finales de 2012 empecé a publicarlos en mi blog. Hoy los recupero con respeto, como testimonio de una época y de un camino recorrido, revisados y actualizados 2025 en la categoría “Mis primeros artículos”.