Otorrinolaringóloga examina el oído derecho de un hombre con un otoscopio; en primer plano bandeja con audífonos BTE, RIC e ITE; al fondo tres láminas distintas del oído y un audiograma desenfocado.Escena clínica realista: la especialista explora el oído mientras se muestran audífonos y material de consulta; las láminas del pabellón, oído medio y cóclea refuerzan el vínculo tinnitus–hipoacusia.

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“Tinnitus o acúfenos: qué son, causas y síntomas. Diferencias, relación con estrés y sueño, prevención y abordaje integrador para mejorar la vida.”

Introducción

Escuchar un pitido persistente, un zumbido o un susurro cuando todo está en silencio puede parecer una rareza, pero para millones de personas en el mundo es parte de su día a día. A este fenómeno se le llama tinnitus o acúfeno. Aunque los dos términos suelen usarse como sinónimos, tinnitus es el nombre más empleado en la literatura científica, mientras que acúfeno es más habitual en la práctica clínica y en el lenguaje cotidiano.

No es un simple capricho del oído: puede afectar el sueño, el estado de ánimo, la concentración, las relaciones personales e incluso la capacidad para trabajar.

Cómo funciona el oído: un engranaje delicado

Nuestro oído está formado por tres partes:

  • Oído externo: recoge las ondas sonoras y las conduce hasta la membrana timpánica (el tímpano).
  • Oído medio: detrás del tímpano están los tres huesecillos —martillo, yunque y estribo— que transmiten y amplifican las vibraciones.
  • Oído interno: la cóclea, una espiral llena de líquido y células sensoriales diminutas (células ciliadas), transforma esas vibraciones en señales eléctricas que viajan por el nervio auditivo hacia el cerebro.
Cuando alguna de estas piezas falla —por lesión, infección, envejecimiento o exposición a ruidos fuertes— el cerebro puede “rellenar el vacío” generando sonidos que no existen: el tinnitus.

Ruido interno y ruido externo: no es lo mismo

Todos escuchamos ruidos del entorno: tráfico, un ventilador, el canto de un pájaro. A esto lo llamamos ruido externo.

Pero también tenemos ruido interno, que proviene de nuestro propio cuerpo: el flujo sanguíneo en los vasos del oído, espasmos musculares diminutos, el movimiento de las articulaciones cercanas. Normalmente el cerebro los filtra, pero a veces los amplifica y se vuelven perceptibles.

Cuando ese ruido interno es sincrónico con el pulso o aparece en un solo oído, se denomina tinnitus pulsátil. Requiere una valoración médica para descartar problemas vasculares.

Primer plano de un oído humano del que emergen líneas de onda y partículas semitransparentes; al fondo bokeh nocturno azul con luna creciente y un halo cálido junto al oído que simboliza estrés.
Foto-concepto 3D: las ondas representan el tinnitus; la luna alude al sueño y el halo rojizo al estrés que puede intensificar la percepción del acúfeno.

Cómo se manifiesta el tinnitus

El tinnitus puede sonar como:

  • Pitidos agudos continuos
  • Zumbidos, siseos o chasquidos intermitentes
  • Ruidos graves parecidos a un motor lejano
Puede afectar a uno o ambos oídos y variar en intensidad según el momento del día, el ruido ambiental o el nivel de estrés. Muchas personas notan que el pitido se hace más evidente en el silencio de la noche.

Factores desencadenantes y causas frecuentes

Entre las causas más habituales encontramos:

  • Presbiacusia (pérdida auditiva progresiva por la edad)
  • Exposición repetida a ruidos fuertes en el trabajo o el ocio
  • Tapones de cerumen o infecciones del oído
  • Traumatismos en cabeza o cuello
  • Problemas en la articulación temporomandibular (ATM) o tensión en la musculatura cervical
  • Efectos secundarios de fármacos ototóxicos (que pueden dañar el oído interno), como algunos antibióticos, diuréticos, quimioterápicos o dosis altas de antiinflamatorios
  • Enfermedades del oído interno, como la Enfermedad de Ménière
  • Lesiones en el nervio auditivo, como el Schwannoma vestibular (también llamado neuroma acústico)
  • Trastornos vasculares cercanos al oído

Tinnitus, emociones y calidad de vida

El tinnitus no es solo un problema del oído. Muchas personas lo describen como un “compañero ruidoso” que les impide concentrarse, disfrutar del silencio o dormir bien. A menudo se asocia con:

  • Ansiedad y depresión
  • Irritabilidad, fatiga y estrés
  • Trastornos del sueño (dificultad para conciliar el sueño o despertares frecuentes)
  • Dificultades en las relaciones personales y laborales
Cuando el cerebro está en alerta continua por el sonido, aumenta el estrés, y el estrés a su vez intensifica la percepción del tinnitus, generando un círculo vicioso.

Tinnitus en personas mayores: impacto cognitivo y emocional

Un estudio reciente publicado en la revista Brain Sciences por Sarah Alshehri y Abdulaziz Abdulrahman S. Al Hatem, de la King Khalid University en Arabia Saudí, evaluó a 240 adultos mayores de 60 años. Encontraron que quienes sufrían tinnitus mostraban:

  • Peor rendimiento cognitivo
  • Mayor prevalencia de depresión
  • Más problemas de sueño
  • Peor calidad de vida general
Esto confirma que el tinnitus en personas mayores no debe subestimarse: puede repercutir en su estado mental y en su autonomía.

Tinnitus en población laboralmente activa

Aunque se asocia a menudo con la edad, el tinnitus también afecta a personas jóvenes y de mediana edad, especialmente si trabajan en entornos ruidosos o estresantes. En estos casos se ha observado:

  • Mayor riesgo de ansiedad y síntomas depresivos
  • Problemas de concentración y rendimiento
  • Mala calidad del sueño
  • Aparición de hipoacusia (pérdida de audición)
La carga emocional puede ser importante, ya que interfiere en la comunicación, en la vida social y en el descanso.

Prevención: proteger el oído y cuidar la salud

Aunque no siempre se puede evitar, hay medidas que reducen el riesgo de tinnitus o de que empeore:

  • Proteger los oídos de ruidos fuertes (tapones, cascos en entornos laborales)
  • Evitar la exposición continuada a música a volumen alto
  • Mantener hábitos cardiovasculares saludables (ejercicio regular, dieta equilibrada, controlar la tensión arterial)
  • Limitar el consumo de alcohol, cafeína y tabaco
  • Gestionar el estrés y dormir lo suficiente
Escuchar a tiempo las señales del cuerpo es la mejor forma de proteger el oído y la mente.

Conclusión

El tinnitus o acúfeno no es solo un sonido fantasma: es una experiencia sensorial y emocional compleja que puede afectar profundamente la calidad de vida. Comprender cómo funciona el oído, identificar las posibles causas y reconocer su impacto psicológico es clave para abordarlo de manera integral.

No es una condena, pero sí una llamada de atención: cuidar el oído es cuidar también el equilibrio emocional, el descanso y la salud cerebral.

Referencias consultadas

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Por Mariano Rodríguez Pastor

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