Mujer sonriente tumbada en la cama se quita una máscara de dormir gris, transmitiendo descanso, alegría y bienestar.Una mujer retira su máscara de dormir mostrando una expresión de alegría y tranquilidad, símbolo de equilibrio emocional y descanso reparador.

“Descubre la técnica RULER de Yale para reconocer, comprender, etiquetar, expresar y regular emociones en familia, trabajo y vida personal”

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Introducción

Cuando la vida nos pone frente a situaciones que nos superan —estrés en el trabajo, tensiones familiares, momentos de miedo o incertidumbre—, solemos reaccionar de manera automática. A veces con enfado, otras con bloqueo o con un silencio que se nos atraganta. El Centro de Inteligencia Emocional de Yale desarrolló un enfoque llamado RULER que nos ayuda a detenernos, entender lo que sentimos y manejarlo de forma más constructiva. Su creador, Marc Brackett, lo resume como “aprender a usar nuestras emociones para bien, no para mal”.

RULER son las siglas de cinco pasos clave: Reconocer, Comprender, Etiquetar, Expresar y Regular. Veamos cómo podemos llevarlos a la práctica en familia, en el trabajo y en nuestro día a día.

Reconocer

El primer paso es darse cuenta de lo que sentimos y de lo que sienten los demás. Parece obvio, pero no lo es.

  • En uno mismo: notar cambios en el cuerpo (respiración más rápida, tensión en los hombros, nudo en el estómago).
  • En otros: observar expresiones faciales, tono de voz, gestos.
Ejercicio práctico:
Haz una pausa de un minuto varias veces al día. Pregúntate: ¿Qué siento ahora mismo? ¿Dónde lo noto en el cuerpo? Anótalo en un cuaderno o en el móvil. Este simple hábito entrena la conciencia emocional.

Comprender

Una vez que reconocemos lo que sentimos, toca preguntarse por qué. Las emociones no aparecen solas; tienen un origen y un contexto.

  • ¿Qué lo provocó? ¿Una palabra, una reunión, una mirada, un recuerdo?
  • ¿Es proporcional lo que siento a lo que ha pasado?
Ejercicio práctico:
Cuando notes ansiedad o enfado, escribe dos frases:
1. Me siento… (por ejemplo, frustrado).
2. Porque… (ejemplo: porque no me escucharon en la reunión).
Este ejercicio obliga a poner causa y contexto, lo que ya reduce la intensidad del malestar.

Etiquetar

Aquí se trata de poner nombre preciso a las emociones. No basta con decir “me siento mal”. Hay muchos matices: preocupación, desasosiego, frustración, tristeza, rabia.

Un vocabulario emocional rico ayuda a tratarlas mejor. Decir “tengo miedo” no es lo mismo que “siento inquietud”.

Ejercicio práctico:
Haz una lista personal de al menos diez emociones que suelas sentir en tu vida diaria. Clasifícalas en dos columnas: agradables y desagradables. Cuando aparezcan, usa esa palabra exacta en tu reflexión o en tu diálogo con otros.

Mano con pulgar arriba al centro, rodeada de seis burbujas de color con las palabras Reconocer, Comprender, Etiquetar, Expresar, Regular y RULER (formato 16:9).
Ilustración educativa: el pulgar en alto simboliza un clima emocional positivo y las burbujas recuerdan los cinco pasos de RULER para aplicarlos en la vida diaria.

Expresar

Expresar no es desbordarse. Es comunicar de forma adecuada lo que sentimos, respetando el contexto y a los demás. Guardarse todo provoca más sufrimiento, pero soltarlo sin filtro puede dañar relaciones.

Ejemplo en familia: decir “Estoy agobiado, necesito unos minutos de silencio” es mejor que gritar o dar un portazo.

Ejemplo en el trabajo: “Me siento preocupado porque el plazo es muy ajustado, ¿podemos ver opciones?”

Ejercicio práctico:
Elige una emoción desagradable que suelas callar. Practica cómo la expresarías en una frase breve y respetuosa. Repite en voz baja hasta que te sientas cómodo.

Regular

Regular no significa reprimir. Es encontrar estrategias sanas para manejar la emoción, bajando su intensidad o canalizándola en algo útil.

Algunas opciones:

  • Actividad física: caminar, nadar, practicar yoga o pilates.
  • Respiración consciente: inhalar profundo, exhalar el doble de lento.
  • Actividades creativas: pintar, cocinar, restaurar algo en casa.
  • Contacto social: hablar con alguien de confianza, no quedarte solo.
  • Naturaleza: salir al campo, al mar, a un parque, aunque sea un rato.
Ejercicio práctico:
Haz tu propio “menú de regulación”. Escribe tres actividades que te calmen rápido y tres que te den energía positiva. Cuando sientas un torbellino emocional, abre ese menú y elige.

Aplicar RULER en distintos contextos

En la familia

La convivencia diaria es terreno fértil para los choques emocionales. Aplicar RULER ayuda a evitar escaladas y a mejorar la comunicación. Por ejemplo, acordar juntos un “charter emocional”: cómo queremos tratarnos en casa, qué palabras usar y cuáles evitar.

En el trabajo

El estrés laboral es uno de los mayores disparadores emocionales. Reconocer señales tempranas de tensión, comprender la causa, expresarlo de forma constructiva y aplicar estrategias de regulación puede evitar conflictos, reducir desgaste y mejorar el ambiente de equipo.

En la vida personal

Cada persona puede entrenar RULER en su día a día. Desde poner nombre a las emociones en un diario hasta usar el “meta-moment”: una pausa consciente antes de reaccionar, preguntándose ¿cómo quiero responder para estar alineado con mis valores?.

Conclusión

Las emociones no son un enemigo a combatir, sino señales que nos orientan. El método RULER nos ofrece un camino claro: reconocer, comprender, etiquetar, expresar y regular. No es teoría abstracta; son pasos concretos que, si se entrenan, cambian nuestra manera de vivir, de relacionarnos y de trabajar.

Como dice Marc Brackett, “cuando aprendemos a tratar bien a nuestras emociones, también aprendemos a tratarnos mejor a nosotros mismos y a los demás”.

Referencias consultadas

Por Mariano Rodríguez Pastor

M. Rodríguez Dietética Acupuntura es una Web de terapias complementarias, consejos e información, Acupuntura MTC, Auriculopuntura, Naturopatía, Homeopatía, Dietética y Nutrición.