La guanábana —también conocida como graviola o Annona muricata— ha ganado fama como fruta medicinal por sus propiedades antimicrobianas, sedantes, hipoglucemiantes… y sobre todo por una controvertida etiqueta: “anticancerígena natural”.

A menudo, esta reputación se alimenta de estudios de laboratorio, rumores populares y titulares que dan más esperanza que certezas. En este artículo repasamos qué se sabe realmente, sin prometer milagros, pero tampoco cerrando la puerta a sus posibilidades.

Una fruta tropical con larga tradición

La guanábana es un árbol frutal originario de zonas tropicales de América y otras regiones cálidas del planeta. Su fruto es grande, verde, espinoso y de pulpa blanca, con un sabor entre ácido y dulce que recuerda a la chirimoya, con quien comparte familia botánica.

Tradicionalmente ha sido utilizada por pueblos indígenas para tratar dolencias como:

  • Fiebre
  • Diarreas y cólicos
  • Infecciones parasitarias y fúngicas
  • Hipertensión y nerviosismo
En fitoterapia moderna, también se han estudiado posibles efectos beneficiosos frente a trastornos como la diabetes, el insomnio, e incluso la depresión leve.

Lo interesante es que no solo su pulpa se considera medicinal: hojas, raíces, corteza y semillas también se han empleado con fines terapéuticos, aunque no sin riesgos.

Balanza con una guanábana equilibrando el símbolo médico desenfocado al fondo

Ni promesas exageradas… ni desconfianza ciega: la guanábana merece un análisis equilibrado.

¿Qué dicen los estudios científicos?

El interés por las propiedades anticancerígenas de la guanábana comenzó en los años 70. Investigadores del Instituto de Ciencias de la Salud de Baltimore realizaron pruebas in vitro en células cancerosas y observaron efectos citotóxicos selectivos en distintos tipos de tumores.

Posteriormente, en la Universidad de Purdue (Estados Unidos) se centraron en un grupo de compuestos llamados acetogeninas, presentes en la familia de las anonáceas, a la que pertenece la guanábana. Estas moléculas parecían inhibir la producción de energía en células tumorales, provocando su muerte sin dañar células sanas.

Uno de los hallazgos más difundidos fue que algunas acetogeninas, como la bullatacina, resultaban hasta 10.000 veces más potentes que ciertos quimioterápicos en estudios de laboratorio. Sin embargo, estos resultados solo se obtuvieron in vitro o en animales. Hasta la fecha, no existen ensayos clínicos en humanos que confirmen estos efectos de forma concluyente.

Eficacia potencial… y riesgos conocidos

Como ocurre con muchos remedios naturales, la línea entre lo terapéutico y lo tóxico puede ser delgada. Aunque la guanábana presenta compuestos bioactivos con potencial antitumoral, también contiene annonacina, una sustancia neurotóxica que, en dosis altas o uso prolongado, se ha vinculado con síndromes similares al parkinsonismo atípico en zonas de consumo elevado, como en el Caribe.

Según datos del Instituto Universitario de Bioorgánica de la Universidad de La Laguna, las concentraciones de annonacina varían ampliamente:

  • Fruta fresca: hasta 15 mg por unidad
  • Néctares comerciales: 36 mg por lata
  • Infusiones de hoja: 140 microgramos por taza
Esto obliga a un uso prudente, siempre como coadyuvante y nunca como sustituto de tratamientos médicos establecidos.

¿Recomendarla o no?

Desde un enfoque integrador y responsable, es razonable considerar que:

  • La guanábana no cura el cáncer.
  • Podría tener un lugar como apoyo dentro de un tratamiento más amplio, siempre bajo supervisión profesional.
  • Se requiere más investigación clínica en humanos antes de validar su uso como fitoterápico oncológico.
  • En pacientes con riesgo neurológico o enfermedades neurodegenerativas, su uso debe evitarse o limitarse estrictamente.

Nota final

Este artículo tiene carácter estrictamente informativo. En ningún caso pretende sustituir la consulta médica, el diagnóstico profesional ni los tratamientos especializados. Si estás siguiendo una terapia oncológica o padeces alguna enfermedad, consulta siempre con tu médico antes de incorporar suplementos o remedios naturales.