No necesariamente. Consumido con moderación y en su forma más pura, el chocolate negro puede ofrecer beneficios metabólicos, antioxidantes e incluso ayudar a mantener el peso, según varios estudios científicos. La clave está en elegir bien la variedad y controlar la cantidad.
Introducción: Deseo y temor al chocolate
El chocolate tiene algo de magia: reconforta, anima, seduce. Pero también arrastra una fama no tan dulce… ¿Engorda? ¿Es un capricho que debemos evitar o un alimento que, bien elegido, puede formar parte de una dieta saludable? La respuesta no es tan amarga como parece. En este artículo exploramos lo que dice la ciencia sobre el chocolate, el peso corporal, sus propiedades nutricionales y cómo disfrutarlo sin culpa.
Qué es realmente el chocolate
El chocolate no es solo un dulce. Es el resultado de mezclar pasta de cacao (la parte sólida), manteca de cacao (la grasa natural del grano) y azúcar. A partir de ahí, se pueden añadir otros ingredientes: leche, frutos secos, etc. Según su composición, encontramos distintas variedades:- Chocolate negro: rico en cacao (70% o más), menos azúcares y más antioxidantes.
- Chocolate con leche: más suave, más azúcar, menos cacao.
- Chocolate blanco: sin pasta de cacao, solo manteca, azúcar y leche.
¿Engorda o no engorda?
Durante mucho tiempo, el chocolate ha sido considerado un enemigo de la báscula. Pero no todo el chocolate engorda igual, y varios estudios han empezado a matizar esta idea. Uno de los más citados es un estudio de la Universidad de California publicado en Archives of Internal Medicine, que concluyó que las personas que consumían chocolate negro con frecuencia tenían índices de masa corporal más bajos que quienes no lo tomaban. ¿La clave? El tipo de chocolate y la cantidad. Conclusión principal: el chocolate, especialmente el negro, puede tener un efecto neutro o incluso beneficioso sobre el peso si se consume con moderación. Eso sí: cuando al cacao se le añade azúcar, grasas industriales y rellenos… ya no hablamos del mismo producto.Un alimento con propiedades interesantes
El chocolate, especialmente el negro, es rico en:- Antioxidantes fenólicos, como los flavonoides y catequinas.
- Minerales: magnesio, hierro, fósforo, potasio y calcio (en las variedades con leche).
- Grasas vegetales naturales (manteca de cacao).
- Fibra, en cantidades moderadas.
Chocolate y estado de ánimo
¿Quién no ha sentido ese pequeño subidón después de un trozo de chocolate? Esto no es casual. El chocolate estimula la producción de serotonina y contiene feniletilamina, una sustancia relacionada con el placer y el bienestar emocional. Un metaanálisis de Nutrition Reviews concluyó que el consumo de chocolate podría estar vinculado a una mejora momentánea del estado de ánimo, y que muchas personas lo utilizan de forma intuitiva como un «remedio emocional». No es adictivo, pero sí placentero. Y en tiempos difíciles, eso también cuenta.Memoria, corazón y longevidad
Estudios más recientes también sugieren posibles beneficios del chocolate negro:- Mejora del flujo sanguíneo cerebral, gracias al óxido nítrico.
- Reducción de la presión arterial.
- Disminución del estrés y la inflamación (según investigaciones de 2018).
- Posible protección cognitiva en edades avanzadas, aunque aún se necesita más evidencia.
¿Cómo consumirlo sin miedo?
Aquí van algunas recomendaciones prácticas para disfrutar del chocolate sin remordimientos:- Elige chocolate negro con al menos 70% de cacao.
- Evita las versiones con exceso de azúcar, leche y rellenos.
- Consúmelo en pequeñas porciones, no a diario, y preferiblemente por la mañana o al mediodía.
- No lo combines con ultraprocesados ni como sustituto de comidas.
- Acompáñalo siempre de una dieta rica en fibra, frutas, verduras, proteínas y agua.
Conclusión: entre el placer y la salud
El chocolate no es culpable de nuestros kilos de más. Lo son el exceso, la mala calidad de los ingredientes y un estilo de vida poco equilibrado. Consumido con conocimiento y respeto, el chocolate negro no solo no engorda, sino que puede formar parte de una alimentación saludable y emocionalmente satisfactoria. Y como curiosidad final: un estudio del New England Journal of Medicine en 2012 encontró una correlación entre países con alto consumo de chocolate… ¡y más premios Nobel! ¿Casualidad? Tal vez. ¿Sabroso? Sin duda.🔗 También te puede interesar:
✍️ ¿Quién no recuerda la “crisis periférica” (2010–2016)? No fue la primera que llevaba a cuestas, pero sí una de las más duras: marcó prácticamente la desaparición de la clase media. Pasé de no tener tiempo a tener todo el del mundo. Sabía, como en otras ocasiones, que era cuestión de tiempo. Mi experiencia profesional me daba esa serenidad.
Aproveché ese periodo para transcribir artículos que había escrito años atrás con mi vieja Olivetti, los fotocopiaba en la copistería del barrio y los dejaba en la sala de espera, para quien quisiera leerlos o llevárselos.
A finales de 2012 empecé a publicarlos en mi blog. Hoy los recupero con respeto, como testimonio de una época y de un camino recorrido, revisados y actualizados 2025 en la categoría “Mis primeros artículos”.