“La acupuntura ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del dolor crónico, según estudios del National Center for Biotechnology Information (NIH), BMJ Open (2023) y revisiones de Cochrane. Mejora la calidad de vida al reducir la intensidad del dolor, liberar endorfinas y modular la respuesta inflamatoria. Es especialmente útil en casos de dolor lumbar, artrosis y migrañas, y se considera una terapia segura y respaldada científicamente”.

Acupuntura para el Dolor Crónico: Evidencia Científica

El dolor crónico: un enemigo persistente

El dolor crónico no sólo duele: desgasta. Carcome poco a poco la calidad de vida, impone límites invisibles y silenciosos que marcan el día a día de quienes lo padecen. Más allá de los músculos, articulaciones, órganos y de los diagnósticos, el dolor crónico es una experiencia profundamente personal y, en muchos casos, desesperanzadora. La medicina moderna ha intentado abordarlo desde múltiples frentes, pero es en la confluencia con terapias complementarias donde muchos pacientes encuentran una mejora real. Entre estas, la acupuntura, milenaria y científica a la vez, ha ganado un papel relevante. Este artículo explora la evidencia más reciente sobre la efectividad de la acupuntura en el tratamiento del dolor crónico.

Tipos de dolor crónico

El dolor es una percepción subjetiva, una alarma del cuerpo que indica que algo no va bien. En su forma aguda, nos protege; en su forma crónica, nos limita. Se considera crónico cuando persiste más de tres meses, incluso después de que la causa original haya desaparecido. Este dolor puede ser:

  • Somático: en músculos, piel y articulaciones.
  • Visceral: asociado a órganos internos.
  • Neuropático: debido a daño en el sistema nervioso.
Puede surgir de afecciones como la fibromialgia, la artritis, el cáncer, una cirugía mal curada o incluso una infección previa. El impacto emocional y social es enorme: insomnio, pérdida de apetito, fatiga constante, disminución del deseo sexual y depresión son compañeros habituales.

Tratamientos convencionales: entre el alivio y la frustración

El abordaje tradicional del dolor crónico incluye:

  • Fármacos: analgésicos, antidepresivos, opiáceos y anticonvulsivos. Aunque útiles, pueden causar efectos secundarios o dependencia.
  • Terapias físicas y ocupacionales: útiles para mantener funcionalidad, aunque a veces insuficientes.
  • Terapias psicológicas: para afrontar el sufrimiento emocional asociado.
  • Medicina del dolor: incluye intervenciones más especializadas como bloqueos nerviosos o incluso ozonoterapia.
Pero cuando todo esto falla o simplemente no es suficiente, muchas personas recurren a la medicina complementaria. Y aquí es donde la acupuntura resurge como una alternativa real y respaldada por evidencias.

Acupuntura: más que agujas

La acupuntura, disciplina clave de la Medicina Tradicional China, se basa en la estimulación de puntos específicos del cuerpo mediante agujas muy finas. Su objetivo es restaurar el flujo de energía vital o Qi, aunque su eficacia también puede explicarse mediante mecanismos fisiológicos modernos:

  • Estimula la producción de endorfinas y encefalinas opiáceos endógenos, neurotransmisores que alivian el dolor.
  • Interfiere en la transmisión de señales de dolor a nivel del sistema nervioso central.
  • Mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la recuperación de los tejidos.
  • Modula la respuesta inmune, reduciendo procesos inflamatorios.

Evidencia científica: más allá del placebo

Durante años, la acupuntura ha estado bajo escrutinio científico. Hoy, los datos avalan su eficacia. A continuación, se presentan algunos de los estudios más relevantes:

1. Metaanálisis del National Center for Biotechnology Information (NIH)

Este análisis, que incluyó a más de 17.000 pacientes, concluyó que:
«Los beneficios de la acupuntura son superiores al placebo y al tratamiento convencional en el alivio del dolor crónico. Estos efectos, además, se mantienen en el tiempo.»
Este estudio supuso un punto de inflexión, ya que demostró que la acupuntura no solo es un placebo cultural, sino una intervención con efectos fisiológicos reales.

2. Revisión sistemática publicada en BMJ Open (2023)

Esta publicación evaluó múltiples ensayos clínicos controlados y concluyó que:
«Entre 8 y 12 sesiones de acupuntura son suficientes para obtener beneficios clínicamente significativos en casos de dolor musculoesquelético crónico, como dolor de espalda o cervical, artrosis y fibromialgia.»
El estudio también destacó la seguridad del procedimiento, con efectos adversos mínimos y leves (hematomas o sensación de cansancio pasajero).

3. Revisión Cochrane sobre dolor lumbar inespecífico

Las revisiones Cochrane son reconocidas por su rigor metodológico. En este caso, se determinó que:
«La acupuntura es más eficaz que la terapia convencional en la reducción del dolor lumbar crónico, y mejora la funcionalidad física del paciente.»

Aplicaciones clínicas específicas

  • Artrosis de rodilla: menos dolor, mayor movilidad.
  • Trastornos temporomandibulares: más eficaz que la fisioterapia manual.
  • Cefaleas y migrañas: reduce frecuencia e intensidad.
  • Dolor neuropático: útil como parte de un enfoque multidisciplinar.

Recomendaciones prácticas para el paciente

  • Consulta con un profesional cualificado.
  • Lleva un diario del dolor.
  • Combina terapias.
  • Evita hábitos nocivos.
  • Mantén una actitud activa.

Conclusión

El dolor crónico es uno de los mayores desafíos sanitarios del siglo XXI. Afecta a millones de personas y les roba algo más que su bienestar físico: también mina su salud emocional, su energía y su alegría de vivir. En este contexto, la acupuntura no es solo una alternativa: es una aliada con base científica, con siglos de historia y con nuevas evidencias que respaldan su eficacia. Cada aguja puede representar una puerta hacia la calma, hacia una vida un poco más soportable y, en muchos casos, más plena.

Por Mariano Rodríguez Pastor

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