Ilustración anatómica de la vejiga urinaria humana en vista transversal, mostrando el peritoneo, los uréteres, el músculo detrusor, el trígono y los esfínteres.Representación transversal de la vejiga urinaria con sus principales estructuras anatómicas: uréteres, orificios ureterales, trígono y esfínteres.
Los hombres también pueden presentar disfunciones del suelo pélvico, incluyendo la incontinencia urinaria. Esto ocurre con frecuencia tras intervenciones de próstata (hiperplasia benigna, cáncer, radioterapia o prostatectomía).

El entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico (EMSP), acompañado de hábitos de vida saludables, constituye una herramienta clave en el tratamiento de la incontinencia. Estos ejercicios suelo pelvico hombres mejoran el tono y la fuerza muscular, ayudando a controlar voluntariamente la micción y reduciendo los escapes en situaciones como toser, reír, agacharse, correr o simplemente andar.

En el caso de los hombres operados de próstata, los ejercicios permiten reaprender a contraer y relajar el suelo pélvico, compensando la lesión del esfínter urinario interno y mejorando la calidad de vida.

El programa consta de tres fases progresivas:

  • Fase de concienciación → localizar y aprender a contraer correctamente la musculatura.
  • Fase de entrenamiento → ejercitar las fibras musculares con contracciones lentas y rápidas.
  • Fase de mantenimiento → integrar los ejercicios como un hábito diario y prolongado.

Fase de concienciación

Localización de la musculatura del suelo pélvico

El primer paso es identificar los músculos del suelo pélvico y aprender a contraerlos sin activar los abdominales, glúteos o zona lumbar.

  • Posición inicial: tumbado boca arriba, piernas flexionadas y separadas, con una o dos almohadas bajo la cabeza.
  • El cuerpo debe permanecer relajado, sin tensión en abdomen ni piernas.

Palpación y contracción inicial

  • Coloca los dedos en la piel del periné (entre ano y pene) y contrae como si quisieras aguantar la orina o los gases.
  • Debes sentir la contracción bajo tus dedos.
  • Evita hacer fuerza con muslos, glúteos o abdomen.

Coordinación con la respiración

  1. Inspira profundamente (coge aire).
  2. Al espirar (soltar el aire), contrae el suelo pélvico.
  3. Relaja la musculatura tras cada contracción.
Infografía médica sobre la fase de concienciación en los ejercicios de suelo pélvico masculino: localización, palpación inicial y coordinación con la respiración.
Guía visual de la fase de concienciación: localizar la musculatura, aprender la contracción inicial y coordinarla con la respiración.

Fase de entrenamiento

Contracciones tónicas o lentas

Objetivo: fortalecer el tono de base, fundamental para la continencia en reposo.

Ejercicio básico:

  • Inspira y al soltar el aire, contrae el suelo pélvico durante 3 segundos.
  • Relaja durante 6 segundos (el doble del tiempo de la contracción).
Progresión:

  • 10 repeticiones por la mañana + 10 por la noche.
  • Aumentar progresivamente hasta llegar a 10 segundos de contracción + 20 de relajación.

Contracciones fásicas o rápidas

Objetivo: entrenar la respuesta inmediata del suelo pélvico ante esfuerzos (toser, reír, levantar peso).

Ejercicio básico:

  • Contrae la musculatura durante 1–2 segundos.
  • Relaja durante 2 segundos.
  • Haz 10 repeticiones seguidas (no más de 10), 2–3 series al día con descansos de 3–4 minutos.
  • Una vez dominada la técnica, practicar también sentado y de pie.

Anticipación al esfuerzo

  • Antes de levantar peso, toser, reír o estornudar, contrae el suelo pélvico de forma rápida.
  • Este gesto actúa como protección y previene los escapes.
Infografía médica sobre la fase de entrenamiento en los ejercicios de suelo pélvico masculino: contracciones lentas, rápidas y anticipación al esfuerzo.
Guía visual de la fase de entrenamiento: contracciones tónicas, contracciones fásicas y anticipación al esfuerzo.

Fase de mantenimiento

El mantenimiento es clave para consolidar los resultados:

  • Los beneficios se notan tras unas semanas (menos escapes, más control).
  • Practicados durante meses o años, mejoran sustancialmente la calidad de vida.
  • Los ejercicios deben convertirse en un hábito diario.
👉 Si se abandonan, la incontinencia reaparecerá.

Recomendaciones prácticas

Momento del día

  • Reserva un tiempo tranquilo de 20–30 minutos.
  • Integra los ejercicios en tu rutina diaria.
  • La hora no importa, lo importante es la constancia diaria.

Posición

  • Comienza tumbado boca arriba, piernas flexionadas y relajadas.
  • Evita tensiones en espalda, abdomen o piernas.
  • Una vez domines la técnica, practica también sentado o de pie.

Resumen de la rutina diaria

Contracciones lentas

  • 10 repeticiones por la mañana y 10 por la noche.
  • Contracción inicial de 3 segundos + relajación de 6 segundos.
  • Progresar hasta 10 segundos de contracción + 20 de relajación.

Contracciones rápidas

  • 3 series de 10 repeticiones, 2–3 veces al día o más.
  • No superar 10 repeticiones seguidas.

Anticipación al esfuerzo

  • Contraer el suelo pélvico antes de esfuerzos (tos, estornudo, risa, levantar peso).
Infografía médica sobre la fase de mantenimiento y hábitos saludables para el suelo pélvico masculino: práctica diaria, tono muscular y medidas higiénico-dietéticas.
Guía visual de la fase de mantenimiento y recomendaciones: ejercicios diarios, hábitos saludables y constancia.

Medidas higiénico-dietéticas complementarias

  • Peso: perder peso si existe sobrepeso u obesidad.
  • Ingesta de líquidos: distribuir la ingesta; beber más por la mañana, menos por la tarde y reducir líquidos a partir de las 18 h.
  • Cafeína: reducir café, té y refrescos con cafeína.
  • Alimentación: evitar comidas muy condimentadas o irritantes para la vejiga.
  • Tabaco: dejar de fumar mejora la frecuencia urinaria.
  • Actividad física: ejercicio moderado regular (caminar, yoga, pilates, natación). Evitar actividades de impacto como correr o saltar.
  • Estreñimiento: prevenirlo, ya que agrava los síntomas.

Reeducación vesical

El entrenamiento vesical ayuda a mejorar el control de la vejiga y la frecuencia urinaria.

  • Al inicio, programar micciones cada 2–3 horas, sin esperar la urgencia.
  • Progresar hasta micciones cada 3–4 horas.

Técnicas al acabar la micción

  • Extracción de residuo uretral tras orinar, para evitar goteo.
  • Doble vaciado vesical: orinar, descansar unos segundos y volver a intentarlo.
👉 Se recomiendan micciones programadas como parte del tratamiento.

Conclusión

Los ejercicios de tonificación del suelo pélvico son una herramienta segura, eficaz y sencilla para recuperar la continencia urinaria tras cirugías de próstata u otras alteraciones. Requieren constancia y práctica diaria, pero sus beneficios a medio y largo plazo son significativos.

Por Mariano Rodríguez Pastor

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