En los últimos años, los expertos han coincidido que exponerse a la luz natural a primera hora del día es una de las maneras más fáciles y económicas de cuidar nuestra salud biológica. En días despejados, bastan entre 5 y 10 minutos de luz solar para obtener beneficios, mientras que en días nublados se recomienda entre 10 y 20 minutos y entre 20 y 30 minutos si el cielo está cubierto, esta práctica, puede transformar nuestra salud física y mental.  “Las mañanas marcan el tono para todo el día y construyen la noche”. Nicola Elliott.

Pasamos el 90% de nuestro tiempo en interiores, una cifra alarmante si consideramos que hace 15 años solo se pasaba un 10%. Este cambio de hábitos ha generado efectos negativos en nuestra salud. El doctor Javier Albares, experto en sueño, explica que la luz natural influye en los niveles de serotonina, una hormona clave para la regulación del sueño y el estado de ánimo. Un déficit de serotonina se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión.

El Dr. Mark Hyman médico estadounidense y autor de best-sellers, agrega que la exposición a la luz solar por la mañana también regula los niveles de cortisol, asegurando su presencia cuando se necesita energía y su disminución cuando es momento de relajarse. Este simple hábito ayuda a entrenar al cuerpo para mantenerse en calma, centrado y alerta durante el día, favoreciendo así un descanso reparador por la noche. En definitiva, se trata de sincronizar nuestro reloj interno con los ciclos naturales de luz y oscuridad para lograr un equilibrio en nuestro bienestar.

La nutricionista Beatriz Larrea, autora de “Tu cuerpo en llamas”, destaca que la luz infrarroja presente en la luz solar modula la inflamación, optimiza la función mitocondrial y previene la neurodegeneración. Además, exponerse al sol en las primeras horas del día actúa como una terapia de luz roja natural, estimulando la producción de colágeno y mejorando la salud de la piel.

“La luz infrarroja y la luz roja constituyen la base de la radiación solar y desempeñan un papel fundamental en la producción de melatonina, la regulación del apetito y el equilibrio del cortisol”, afirma Larrea. Para mantener un metabolismo saludable, un envejecimiento óptimo y una energía estable, es esencial recuperar nuestra conexión con la luz natural.

Beatriz Larrea explica que nuestro organismo está gobernado por un reloj central y varios relojes periféricos que regulan funciones bioquímicas clave a través de hormonas. Estas hormonas controlan procesos vitales como el sueño, la energía, el hambre, la función muscular y la agilidad mental. La luz natural es la principal señal ambiental que regula estos ritmos circadianos. Al amanecer, se libera cortisol para activar el cuerpo, mientras que al atardecer se inicia la producción de melatonina para preparar el descanso.

Dado que la luz natural desempeña un papel crucial en la regulación del organismo, los expertos recomiendan adoptar hábitos que favorezcan una exposición equilibrada a la luz, realizar paseos diarios al aire libre, cenar antes de las 8 de la tarde, comer y hacer ejercicio durante el día, exponerse a la luz del atardecer para mejorar la producción de melatonina y optimizar el descanso nocturno.

Crear días más luminosos y noches más oscuras es una estrategia sencilla y efectiva para mejorar la calidad de vida. La clave está en equilibrar la exposición a la luz natural para regular el eje circadiano y potenciar el bienestar. No es casualidad que la generación Z esté optando por una vida más alineada con los ritmos naturales: salir hasta tarde ya no está de moda.

Por Mariano Rodríguez Pastor

M. Rodríguez Dietética Acupuntura es una Web de terapias complementarias, consejos e información, tratamientos naturales, trabajamos para mejorar su salud, disciplinas terapéuticas Acupuntura MTC, Auriculopuntura, Naturopatía, Homeopatía, Iridología, Dietética y Nutrición, las alteraciones tratadas frecuentemente están relacionadas con la patología del dolor, trastornos de tipo nervioso y nutrición.