Acupuntor aplicando agujas en la zona lumbar de una paciente en una consulta tranquila y luminosa.
El dolor lumbar es una de las dolencias más frecuentes en el mundo industrializado. Su impacto va más allá de lo físico: afecta a la vida cotidiana, al ánimo y a la energía vital. Desde la medicina tradicional china, la acupuntura ofrece una vía eficaz y complementaria para aliviar el lumbago. Este artículo revisa los tipos de lumbalgia, su fisiología, su conexión emocional y la evidencia científica sobre el papel de la acupuntura en su tratamiento.

¿Qué entendemos por lumbalgia?

La lumbalgia, comúnmente conocida como lumbago, es un dolor localizado en la parte baja de la espalda, entre la última costilla y la zona glútea. Puede presentarse sola o acompañada de irradiación hacia una pierna, lo que conocemos como ciática. Es un problema de salud importante: se estima que hasta un 70% de la población la padece en algún momento de su vida.

En medicina tradicional china, esta región se asocia con la base de la energía del organismo. El dolor lumbar no es solo una molestia física, sino un signo de desequilibrio profundo, donde se cruzan el agotamiento físico, la tensión emocional y la desarmonía del flujo energético (qi).

Ilustración médica de la región lumbar con vértebras y discos intervertebrales.

La zona lumbar, compuesta por cinco vértebras y sus discos intervertebrales, soporta gran parte de las cargas del cuerpo.

Tipos de lumbalgia: causas y clasificaciones

Desde la perspectiva clínica occidental, el lumbago puede clasificarse de varias maneras. Según su causa:

  • Lumbalgia inespecífica: representa el 80% de los casos. No se identifica una lesión concreta. Es benigna y suele resolverse sola con el tiempo.
  • Lumbalgia específica: aparece en el 20% restante. Se asocia a causas bien definidas como hernias discales, fracturas, procesos inflamatorios, osteoporosis o lesiones nerviosas.
Y según su duración:

  • Aguda: menos de 6 semanas.
  • Subaguda: entre 6 y 12 semanas.
  • Crónica: persiste más allá de los tres meses.
Es fundamental que ante una lumbalgia el paciente acuda a su médico para descartar causas graves y definir el tipo de dolor. No es lo mismo un dolor mecánico, que empeora con la actividad física y mejora con el reposo, que uno de origen inflamatorio, neurológico o visceral.

Lumbalgia y acupuntura: una mirada integradora

En medicina tradicional china, el dolor lumbar está relacionado con el desgaste del Jing (la esencia vital) y con bloqueos energéticos en los canales del Riñón y la Vejiga. El dolor se entiende como una señal de estancamiento o deficiencia, y la acupuntura busca restaurar la circulación energética, aliviar la tensión y reequilibrar el organismo.

Desde la visión médica occidental, la acupuntura actúa sobre el sistema nervioso, promoviendo la liberación de endorfinas, modulando la percepción del dolor y relajando la musculatura profunda. También mejora la circulación local y reduce la inflamación.

Un estudio alemán de gran envergadura, publicado en Archives of Internal Medicine, evaluó a más de mil pacientes con dolor lumbar crónico tras recibir un total de 9.400 sesiones de acupuntura. Los resultados fueron concluyentes: la acupuntura superó en eficacia a los tratamientos convencionales. Casi la mitad de los pacientes tratados con agujas mostraron una mejoría significativa, tanto en la intensidad del dolor como en la capacidad funcional.

Lo más interesante fue que incluso la acupuntura “placebo” —con agujas colocadas superficialmente en puntos no tradicionales— mostró efectos positivos, lo que lleva a reflexionar sobre el papel de los factores psicológicos, el contexto terapéutico y el contacto humano en el alivio del dolor.

Anatomía lumbar y sobrecargas biomecánicas

La zona lumbar está formada por cinco vértebras (de L1 a L5) y sus correspondientes discos intervertebrales. Las vértebras aportan rigidez, y los discos, flexibilidad. Esta combinación permite soportar grandes presiones y mantener la movilidad en múltiples planos.

Los discos tienen una alta proporción de agua —entre el 60 y el 90%— y actúan como amortiguadores. Pero son vulnerables: a partir de los 15º de flexión ya pueden lesionarse. Movimientos repetitivos, cargas mal ejecutadas o posturas mantenidas generan presiones excesivas que afectan a los discos y articulaciones, favoreciendo la aparición de lumbalgias.

Además, con el paso de los años, los discos se deshidratan y degeneran. A los 50 años, la mayoría de las personas presenta cierto grado de degeneración, especialmente en los últimos segmentos (L3 a L5).

Estrés, emociones y dolor lumbar

Las preocupaciones intensas y sostenidas —como el miedo a perder el empleo, problemas económicos o estrés familiar— pueden manifestarse como tensión en la zona lumbar. La musculatura paravertebral reacciona a los estados emocionales, y el dolor aparece como un eco corporal de lo que no se dice.

El tratamiento con acupuntura, en este contexto, no solo busca aliviar la contractura o el bloqueo nervioso, sino también restablecer el equilibrio emocional y energético. El cuerpo mejora cuando se siente escuchado.

Prevención, ergonomía y movimiento consciente

Buena parte de las lumbalgias se relacionan con hábitos cotidianos. Pasamos muchas horas sentados, a menudo en posturas poco saludables. Levantar objetos sin flexionar las rodillas, girar el tronco con una carga o permanecer mucho tiempo en la misma posición generan tensión acumulada.

Moverse con regularidad, hacer pausas activas, y adoptar posturas adecuadas son hábitos clave para cuidar la columna. También lo es realizar ejercicio adaptado a la edad y condición física, bajo supervisión profesional. No se trata de forzar, sino de fortalecer de forma armónica y funcional.

Las guías ergonómicas nos ofrecen orientaciones valiosas, tanto para el entorno laboral como para las tareas domésticas. Escuchar al cuerpo y respetar sus límites es parte del proceso preventivo.

Una terapia eficaz y complementaria

La acupuntura médica, utilizada en hospitales y clínicas del dolor de todo el mundo, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la mayoría de las lumbalgias, especialmente las inespecíficas y aquellas con componente nervioso. Se puede aplicar sola o combinada con tratamientos convencionales, potenciando sus beneficios y reduciendo el consumo de fármacos.

Al actuar sobre el dolor desde distintos planos —físico, neurológico, energético y emocional—, la acupuntura ofrece un enfoque global. No se trata solo de “pinchar” para calmar, sino de intervenir con sentido, con escucha y con conocimiento.

El lumbago no siempre se puede evitar, pero sí se puede acompañar con tratamientos más humanos, más integradores, y más respetuosos con la naturaleza de cada persona.

✍️ ¿Quién no recuerda la “crisis periférica” (2010–2016)? No fue la primera que llevaba a cuestas, pero sí una de las más duras: marcó prácticamente la desaparición de la clase media. Pasé de no tener tiempo a tener todo el del mundo. Sabía, como en otras ocasiones, que era cuestión de tiempo. Mi experiencia profesional me daba esa serenidad.
Aproveché ese periodo para transcribir artículos que había escrito años atrás con mi vieja Olivetti, los fotocopiaba en la copistería del barrio y los dejaba en la sala de espera, para quien quisiera leerlos o llevárselos.
A finales de 2012 empecé a publicarlos en mi blog. Hoy los recupero con respeto, como testimonio de una época y de un camino recorrido, revisados y actualizados 2025 en la categoría “Mis primeros artículos”.

Por Mariano Rodríguez Pastor

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