Infecciones de orina: un problema común… y reincidente
Las infecciones del tracto urinario (ITU) afectan a personas de todas las edades, pero son especialmente frecuentes en mujeres jóvenes y en niñas. En los niños, aunque menos habituales, pueden dejar secuelas renales si no se tratan adecuadamente. Por eso, los pediatras a menudo optan por antibióticos profilácticos para prevenir recurrencias. Pero esta estrategia tiene un coste: los antibióticos prolongados pueden producir efectos secundarios, alterar la microbiota y fomentar la resistencia bacteriana. Ante este escenario, se abre paso la pregunta: ¿hay otras formas de prevenir?
El arándano rojo contiene proantocianidinas que pueden ayudar a prevenir infecciones urinarias recurrentes.
El estudio pediátrico que dio la pista
Un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, llevó a cabo un estudio con 40 niños que habían sufrido al menos dos infecciones urinarias en el año anterior. Se trataba de probar si el jugo de arándano rojo, rico en proantocianidinas, podía reducir las recurrencias. Los resultados fueron llamativos. Durante el año de seguimiento, los niños que tomaron el jugo especial tuvieron 0,4 infecciones por niño, frente a 1,15 en el grupo placebo. Es decir, más de un 60% de reducción. Este tipo de compuesto —las proantocianidinas tipo A— actúa impidiendo que las bacterias responsables, como Escherichia coli, se adhieran a las paredes de la vejiga. Y al no adherirse, no pueden colonizar ni provocar la infección. Ahora bien, el jugo utilizado en el estudio no estaba disponible en el mercado: se trataba de una fórmula específica, preparada con una concentración elevada de estas sustancias activas. Por ello, los autores fueron claros: los resultados no avalan ningún producto comercial, pero sí demuestran el potencial terapéutico del arándano rojo.Más allá de los jugos: hábitos y prevención
Los expertos advierten que, aunque el jugo de arándano puede ser útil, no sustituye a otras medidas fundamentales. En niños, muchas infecciones urinarias están relacionadas con hábitos inadecuados: aguantarse las ganas de orinar, no beber suficiente agua, ir poco al baño o padecer estreñimiento. El doctor Hiep Nguyen, urólogo pediátrico del Hospital de Niños de Boston, lo resumía así: “Los arándanos pueden ayudar, pero también hay que romper el círculo con antibióticos cuando la infección está activa”. Él mismo empezó a recomendar jugo o suplementos de arándano como medida preventiva en niños con recurrencias, aunque siempre tras una valoración médica adecuada.¿Y en adultos? La revisión Cochrane ofrece respuestas
Una reciente actualización de la prestigiosa base Cochrane revisó 50 ensayos clínicos sobre productos a base de arándano rojo americano, tanto en forma de zumo como de cápsulas o extractos. El objetivo era claro: saber en qué pacientes ayudan realmente a prevenir las infecciones urinarias. La conclusión fue que probablemente sí son eficaces en tres grupos concretos: mujeres con infecciones recurrentes, niños y personas con riesgo elevado tras intervenciones genitourinarias (como radioterapia o cirugía de próstata). En cambio, en otros colectivos como personas mayores institucionalizadas, mujeres embarazadas o pacientes con vejiga neurógena, los beneficios fueron escasos o inexistentes. La calidad de los estudios era desigual, por lo que no todos los resultados tienen el mismo nivel de certeza, pero la evidencia en esos tres grupos parece robusta.Arándanos sí, pero no como solución universal
Como tantas veces ocurre en medicina natural, el entusiasmo debe ir de la mano del realismo. Los preparados de arándano rojo americano pueden ser un recurso útil, pero no son una “cura milagrosa”. Ni sirven para tratar infecciones ya activas, ni todos los productos del mercado tienen la concentración adecuada de proantocianidinas. Por eso, es importante individualizar. Un suplemento bien formulado puede ser de ayuda en mujeres con cistitis repetidas o en niños con episodios recurrentes, especialmente cuando se desea evitar la vía antibiótica. Pero no debe sustituir el consejo médico ni el tratamiento específico cuando hay infección activa.Conclusión
El arándano rojo americano, especialmente en preparados estandarizados con alta concentración de proantocianidinas, puede ser una herramienta interesante para reducir el riesgo de infecciones urinarias recurrentes. En ciertos grupos, como mujeres jóvenes y niños, su eficacia está bien documentada. Pero su uso debe formar parte de un enfoque más amplio, que incluya hábitos saludables, hidratación adecuada y control médico. La prevención no siempre está en los medicamentos, pero sí en el conocimiento bien aplicado.
✍️ ¿Quién no recuerda la “crisis periférica” (2010–2016)? No fue la primera que llevaba a cuestas, pero sí una de las más duras: marcó prácticamente la desaparición de la clase media. Pasé de no tener tiempo a tener todo el del mundo. Sabía, como en otras ocasiones, que era cuestión de tiempo. Mi experiencia profesional me daba esa serenidad.
Aproveché ese periodo para transcribir artículos que había escrito años atrás con mi vieja Olivetti, los fotocopiaba en la copistería del barrio y los dejaba en la sala de espera, para quien quisiera leerlos o llevárselos.
A finales de 2012 empecé a publicarlos en mi blog. Hoy los recupero con respeto, como testimonio de una época y de un camino recorrido, revisados y actualizados 2025 en la categoría “Mis primeros artículos”.